Combatir las emisiones fugitivas

El mundo se está moviendo hacia prácticas más sostenibles a medida que las nuevas reglas y regulaciones crean una mayor conciencia sobre la preservación de nuestro medio ambiente para las generaciones futuras. Para aquellos en las industrias de petróleo y gas y química, no existe una solución sencilla para operaciones más ecológicas.

Esto se debe a la presencia de "emisiones fugitivas", que son fugas y la liberación irregular de gases y vapores de la contención presurizada. Si bien las fugas pequeñas son comunes, si no se resuelven, estas emisiones representan una amenaza real para el medio ambiente y la salud pública.

Como resultado, las refinerías y las plantas químicas deben priorizar nuevas formas de reducir dichas emisiones, comenzando por comprender su impacto negativo, los desafíos actuales que enfrenta la industria y lo que los operadores deberían estar haciendo ahora.

Una refinería o planta química típica tiene alrededor de 12 000 conectores en sus sistemas de tuberías responsables de limitar la liberación de emisiones fugitivas. Sin embargo, en promedio, estas instalaciones liberan entre 600 y 700 toneladas de compuestos orgánicos volátiles, contaminantes atmosféricos peligrosos y otros gases cada año debido a conexiones y componentes con fugas, como válvulas, bridas y bombas.

La liberación de estos gases de efecto invernadero está en el centro de la actual crisis climática. Los estudios muestran que las temperaturas en todo el mundo están aumentando debido a que los gases de efecto invernadero atrapan más calor en la atmósfera, lo que provoca un aumento del nivel del mar, sequías y fenómenos meteorológicos más severos.

Esto ha motivado un llamado para estandarizar y mejorar los procesos integrales de detección. En virtud del Acuerdo Climático de París de 2015, las naciones se comprometieron a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 7,6% (mil millones de toneladas métricas) por año para frenar el aumento de la temperatura global en 2o C.

Sin embargo, el acuerdo corre el riesgo de no alcanzar su objetivo dado que la capacidad de detectar el origen exacto de una fuga y evitar que ocurran futuras fugas de emisiones es un desafío. Con demasiada frecuencia, las plantas no reciben alertas sobre un problema a menos que haya un indicador claro, como un silbido fuerte.

Además, actualmente no existe un estándar de prueba internacional para medir las emisiones fugitivas en las conexiones de tuberías. Esta falta de estandarización ha hecho que las empresas puedan calcular las emisiones fugitivas a su manera. En muchos casos, las emisiones fugitivas informadas se basan en una muestra de conectores en un sistema de tuberías en lugar de evaluar los miles de conectores individualmente.

Sin embargo, la industria ahora está dando pasos hacia un mayor control y reporte de emisiones fugitivas. Se están considerando impuestos basados ​​en el volumen de emisiones y están surgiendo tecnologías innovadoras para habilitar mejor los procesos de detección y mejora.

Una de estas soluciones es un sello energizado por presión. Una alternativa a los sellos de juntas trituradas, las soluciones energizadas por presión han demostrado reducir las emisiones hasta en un 99 % en comparación con las juntas trituradas estándar de la industria.

Al evaluar las tecnologías modernas, los encargados de tomar decisiones deben estar preparados para integrar a los ingenieros de diseño con los equipos ambientales, sociales y de gobernanza. Esto ayudará a habilitar un diseño que satisfaga las necesidades de la planta, al mismo tiempo que tiene la capacidad de adaptarse a futuras normas ambientales.

Los operadores deben preguntar a los proveedores sobre el nivel previsto de emisiones fugitivas de las conexiones y las nuevas tecnologías de sellado. Si no pueden proporcionar una respuesta, es una bandera roja.

Busque soluciones que puedan instalarse en las tuberías actuales. El costo de reemplazar sistemas completos, o incluso las conexiones finales existentes, es significativo. En su lugar, los operadores deberían buscar soluciones de modernización de la infraestructura existente.

Al seguir estos pasos, las empresas estarán mejor preparadas para navegar nuevos estándares, demostrando que son un socio comprometido en el movimiento de transición energética.

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